Cómo cultivar tu poder interno

Lisbeth Agurto

7/7/20243 min read

A menudo creemos que la fuerza reside externamente, pero nos olvidamos del poder interior que poseemos y que encierra un potencial ilimitado. La sociedad actual no nos ha enseñado a cultivar nuestro espíritu y es por ello que a medida que llegamos a la adultez, llegamos con estrés crónico, achaques, agotados, y sin un sentido significativo de la vida.  En este post exploraremos cómo cultivar este poder interno para transformar nuestra vida a una más sana y equilibrada.

Para conectar con esta fuente interna de fortaleza, es imprescindible reconocer su presencia, abrirnos a sentirla y experimentarla. Cuando lo hacemos no solo despertamos nuestra consciencia, sino que nos disponemos a alinear nuestro poder con el poder divino, y recobramos nuestra capacidad para crear desde adentro, impregnando cada manifestación con nuestra propia magia. A continuación compartiré contigo las siguientes herramientas que me fueron útiles en mi propio camino hacia el reencuentro con mi espíritu.

1. Comprométete contigo: Bríndate un tiempo para cuidarte, amarte, y escuchar tus necesidades. El tomar una pausa para nosotros mismos, nos ayuda a balancear nuestras energías y conectarnos con nuestro ser. Escoge al menos una práctica diaria enfocada a tu autocuidado, a conectar con tu cuerpo, a sanar tu historia, a nutrir tu ser de manera holística. El yoga, la meditación, conectar con la naturaleza, alguna actividad creativa u otra práctica que te ayude a sintonizar con tu alma son importantes para lograr claridad y paz mental.

2. Conecta con tus emociones: Escuchar a nuestras emociones es fundamental, pues ellas son la brújula que nos indica aquello que necesitamos balancear. Sintonizar con ellas no es dejar que nos dominen, es traer cierto nivel de consciencia para entender qué es aquello que ha provocado esa emoción en nosotros y trabajar desde ahí. El reprimirlas solo causa que mantengamos nuestra vibración baja y en lugar de integrar y transformar la energía, la almacenamos en nuestro subconsciente.

3. Disfruta cada momento: Entrégate a cada acción con amor y compromiso, aprende a vivir tu día dejando atrás lo que ya pasó y sin la angustia y expectativas del futuro. Al entregarnos con plenitud al presente, traemos nuestra energía a cada acto que realizamos y nos permitimos disfrutar y traer consciencia al ahora. La práctica del Mindfulness es recomendable para ayudarnos a estar más presentes.

4. Conócete a ti mismo: El autoconocimiento es el resultado de una práctica de autoreflexión continua, esencial para nuestro crecimiento. Al explorar nuestro interior, no solo encontramos quienes somos a profundidad, nuestros valores, creencias, deseos y emociones; sino que tomamos responsabilidad por aquello que nos pertenece y podemos cambiar. Al reconocernos, nos abrimos al entendimiento de dónde se originan nuestras creencias, identificamos cuáles son y podemos modificarlas para nuestro bienestar y de nuestras relaciones interpersonales.

5. Acepta tus imperfecciones: Al descubrir aspectos en nosotros que nos avergüenzan o, incluso, nos asustan; ideas que nos parecen incoherentes o contradictorias con respecto de lo que pensamos sobre nosotros mismos, usualmente lo primero que hacemos es rechazarlos y negarlos. Sin embargo, estos también forman parte de quienes somos. Cuando no aceptamos esas partes que consideramos negativas de nosotros mismos, también nos estamos negando la oportunidad de mejorarlas; y por tanto de desarrollarnos y crecer a nivel personal. Amarnos implica aceptar nuestras imperfecciones y abrazar nuestra humanidad. Todos cometemos errores y tenemos áreas en las que necesitamos mejorar. En lugar de ocultar tus fallas, admítelas y aprende de ellas.

6. Escucha tu intuición: Tu intuición es una herramienta poderosa, aprende a sintonizar con ella, si prestas atención a estas señales o corazonadas, tendrás una guía que te lleve a descubrir caminos nuevos y tomar decisiones acertadas. La mente intuitiva es un don sagrado, es un faro interno que nos abre puertas que ni siquiera sabíamos que existían.

7. Haz lo que amas: Presta atención a las actividades que te hacen sentir libre, más vivo y apasionado. Dedica tiempo a hacer aquello que amas, que te permita fluir y ser creativo, y encuentra maneras de integrar esas actividades en tu vida cotidiana, ya sea a través del arte, la escritura, la música o cualquier otro medio.

8. Rodéate de personas que te apoyen e inspiren: Las personas que te rodean pueden influir en tu desarrollo. Busca relaciones que te apoyen y te animen a ser tú mismo. Guarda distancia y pon límites con aquellos que te juzgan, se burlan o quieren que seas alguien que no eres.